Artículo de Joan Antoni Fernández García, Director general de Mutuavalors EAFI, SL.
En primer lugar, antes de tratar de responder esta pregunta, conviene explicar qué es la inversión socialmente responsable (ISR) porque todos tengamos claro de que estamos hablando exactamente y que no se confunda con otros tipos de inversión que se pueden encontrar al mercado.
Los criterios para la inversión socialmente responsable
Cuando hablamos de inversión socialmente responsable tenemos que tener en cuenta una serie de principios que se caracterizan por respetar y no dañar el medio ambiente, los derechos humanos, el entorno sociolaboral, o el buen gobierno de la entidad donde se quiere invertir.
Aclarados estos criterios y teniendo claro en qué queremos invertir, el paso siguiente es establecer una metodología para tratar de llevar a la práctica esta fórmula, que contempla diferentes estadios:
- Exclusión de determinadas inversiones por la actividad o el comportamiento de las empresas o los países implicados. Por ejemplo, excluir aquellos países que no respetan la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU o las empresas que no garantizan un entorno sociolaboral adecuado para sus empleados, por ejemplo, ignorando la prohibición expresa de contratación de menores de edad como trabajadores.
- La integración. Consiste a analizar de manera cuantitativa y cualitativa la información financiera de los emisores de los instrumentos financieros, y sacar conclusiones en términos de ISR para tomar decisiones. Esto requiere disponer de muchos recursos, puesto que se tiene que adquirir información a entidades especializadas, tener capacidad para analizarla adecuadamente y finalmente sacar conclusiones claras antes de tomar decisiones de inversión.
- Implicarse con las empresas o los estados donde se quiere invertir. Se trata de asistir a las juntas de accionistas de las empresas ejerciendo el derecho de voto, por ejemplo proponiendo iniciativas que mejoren su buen gobierno y apoyándolos. Esto no es al alcance de todo el mundo, y hay que añadir que, además, esta implicación sólo sería efectiva si se mantienen participaciones significativas en estas empresas. En cambio, una forma de implicarse más sencilla pero no menos efectiva sería exigir a las gestoras de fondos y, en general, a las entidades financieras, que estén adheridas a los Principios para la Inversión Responsable de la ONU y los cumplan, hecho que garantiza al inversor que estas entidades han integrado criterios de ISR en sus prácticas de inversión y que se están implicando al integrar- se en una red global de colaboración de inversores en esta materia.
La fórmula de la ISR ha venido para quedarse
En definitiva, como se puede ver, el mundo de la ISR tiene suficiente desarrollo para considerar que ha venido para quedarse. En cualquier caso, lo que parece más importante es que hay un interés creciente por este tema entre los inversores, cómo ha puesto de manifiesto lo Estudio Global de Inversión 2017 de Schroders elaborado este año por la gestora Schroders, basado en una encuesta a 22.000 inversores de 30 países. En este estudio se concluye que el 78% de los encuestados consideran que la ISR es más importante para ellos ahora que hace cinco años y, entre los encuestados españoles, este porcentaje sube hasta el 81%.
Además, el 61% de los españoles afirma que ha incrementado sus inversiones en productos de ISR durante los últimos cinco años.
Para finalizar, una recomendación útil para aquellas personas que tengan interés a hacer inversiones de este tipo: La Mutua, a través de Mutuavalors, puede asesorar y ayudar a seleccionar productos que cumplen realmente con los criterios de inversión socialmente responsable.
