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Mujeres e ingeniería en el cine: Figuras Ocultas

Las mujeres son las primeras ausentes en la lista de reconocimientos. Especialmente aquellas que son científicas e ingenieras. Hay muchas mujeres ingenieras que han hecho historia como Valentina Tereshkova, cosmonauta rusa y la primera mujer que viajó al espacio en 1963 a bordo de la nave Vostok 6 con 26 años. Otro buen ejemplo es Pilar Careaga Basabe, que fue la primera mujer en licenciarse en Ingeniería en España, cuya promoción fue bautizada como “la promoción de Pilar “. Además, Careaga fue la primera mujer maquinista de trenes, ya que comenzó sus prácticas de Ingeniería industrial en el ferrocarril. Emily Roebling fue la primera ingeniera de campo mujer y líder técnico del puente de Brooklyn. Y Margaret Hamilton, pionera en el mundo de la informática, fue imprescindible para que Neil Armstrong y Buzz Aldrin pusieran un pie en la Luna. Estas han sido algunas de las mujeres ingenieras más sobresalientes y con más talento.

El cine también ha retratado, puntualmente, la figura de la mujer ingeniera. En la película Gravity, Sandra Bullock encarna a la doctora Ryan Stone, una ingeniera biomédica; en la película de ciencia ficción Yo Robot, la ingeniera Susan Calvin es pionera en una nueva ciencia, denominada robopsicología. En diciembre de 2016, se estrenó en Estados Unidos la película Talentos Ocultos, también conocida como Figuras ocultas (original en inglés Hidden Figures, que juega con el doble significado de figure/cifra y figure/silueta), donde se reconoce la labor de tres mujeres ingenieras.

Esta película, adaptada del libro de Margot Lee Shetterly “Cifras Ocultas”, narra la historia real de tres mujeres afroamericanas que ayudaron a ganar la carrera espacial. Las tres protagonistas de la vida real son Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson (primera ingeniera aeronáutica afroamericana de la NASA), que formaban parte del equipo de «ordenadores humanos” de la NASA. Éste grupo estaba compuesto mayoritariamente por mujeres, que calculaban a mano las ecuaciones complejas que permitieron a los héroes del espacio como Neil Armstrong, Alan Shepard y John Glenn viajar con seguridad. Con tenacidad, fuerza de voluntad e intelecto, aseguraron su sello en la historia de Estados Unidos.

La película se centra en el viaje de 1962 de John Glenn alrededor de la Tierra. El principal trabajo de Johnson en la fase inicial y durante la misión fue comprobar y realizar una ingeniería inversa de los cálculos de trayectoria de la nueva IBM 7090s. En la prueba hubo momentos de tensión durante el vuelo, que obligaron a terminar la misión antes de lo esperado. Y John Glenn solicitó que se comprobara y confirmase específicamente las trayectorias y los puntos de entrada que el IBM calculó. Glenn no confió completamente en los ordenadores. Pidió a los ingenieros jefe «conseguir que la chica compruebe los números… Si ella dice que los números son buenos … estoy listo para ir».

La película también sigue las trayectorias de Dorothy Vaughan y Mary Jackson. Vaughan fue una de las primeras contrataciones de informática y se convirtió en la primera supervisora negra y, más tarde, en una experta programadora de FORTRAN.

De Mary Jackson, otro talento oculto, se considera su trayectoria profesional en la NASA. Después de graduarse con dos grados en matemáticas y ciencias físicas, fue contratada para trabajar en Langley en 1951. Después de varios años de trabajo, Jackson fue la ayudante del ingeniero de investigación aeronáutica mayor Kazimierz Czarnecki, quien la animó a convertirse en una ingeniera. Para lograrlo, ella estudiaba después del trabajo en el instituto de educación secundaria segregada de Hampton. Jackson solicitó a la ciudad de Hampton estudiar junto a sus compañeros blancos. Ganó la solicitud, completó los cursos y llegó a ser ingeniera en 1958, convirtiéndose en la primera ingeniera afroamericana de la NASA (y quizás la única durante gran parte de su carrera).

Katherine Johnson decidió formarse como matemática de investigación, aunque este era un campo especialmente difícil para los afroamericanos y las mujeres. Le ofrecieron trabajar en la NASA en 1953. Desde este año y hasta 1958, trabajó como un ordenador, analizando temas como el alivio de ráfagas para aviones. Originalmente asignada a la sección de Ordenadores del Área Oeste y supervisada por la matemática Dorothy Vaughan, Johnson fue reasignada a la División de Orientación y Control de la División de Investigación de Vuelo de Langley. Esta División estaba constituida por ingenieros varones blancos.

Johnson también trabajó en el programa Apollo, realizando cálculos de trayectoria que ayudaron al aterrizaje lunar en 1969. Se retiraría de la NASA en 1986. En 2015, el presidente Obama le dio a Katherine Johnson la Medalla Presidencial de la Libertad.

Esta película resalta la evolución y actitud de la NASA respecto al papel de la mujer en ese tiempo, impulsada en gran parte por la gran necesidad de talento que tenía la organización aeroespacial.

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