¿Qué es la dependencia?
Tal y como expresa el Libro Blanco de la Dependencia, elaborado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la dependencia es “la necesidad de ayuda o asistencia importante para la realización de las actividades de la vida diaria”.
Es importante saber que cualquier persona podría caer en situación de dependencia; no es necesario llegar a una edad avanzada. Ésta puede ser consecuencia de un accidente o una enfermedad grave, que podría suceder en cualquier momento de nuestra vida. Además, puede ser física o psíquica.
En España, residen más de 1.125.000 personas dependientes. En general, la dependencia afecta más a las mujeres (24,5%) que a los hombres (13%). Teniendo en cuenta que la esperanza de vida es cada vez mayor, anticipar que cualquier persona en algún momento podría estar en situación de dependencia es importante. Por ello, contamos con los seguros de dependencia.
La función de los seguros que cubren la dependencia
Los seguros de dependencia nos ofrecen una solución a los problemas económicos a los que se enfrentan las personas o las familias ante la posibilidad de tener una persona dependiente a su cargo.
En el año 2019 en España había, aproximadamente, 250.000 personas pendientes de recibir ayudas económicas o algún tipo de asistencia. Se estima que esta cifra aumente día tras día. Y, frente a unas listas de espera considerables, los seguros privados parecen ser la única solución.
Los tipos de dependencia que cubrimos
No todas las personas en situación de dependencia la padecen de la misma forma, sino que encontramos distintos grados. Uno de ellos es la Dependencia Severa. En ésta, la persona necesita ayuda para realizar diversas actividades básicas de su vida cotidiana, dos o tres veces al día, pero no requiere la ayuda permanente de cuidadores o de un apoyo externo para su autonomía personal.
Del mismo modo, encontramos la Gran Dependencia, el grado más alto. Una persona con este grado de dependencia es aquella que ha perdido completamente su autonomía física, que tienen su capacidad mental, intelectual o sensorial significativamente disminuidas y que, como consecuencia necesita el apoyo continuado de otra persona para su cuidado.
No todos los seguros son iguales
Como la dependencia comprende un espectro muy amplio, con distintos grados y distintas necesidades que cubrir, es importante que los seguros sean lo más adaptables posible.
Entre los elementos a tener en cuenta, uno de los más importantes es el tiempo de la duración de la cobertura. No es lo mismo un seguro que nos ofrezca una cobertura a lo largo de toda nuestra vida que un seguro que quede automáticamente cancelado cuando se cumpla una edad determinada. Además, también es importante fijarnos en el coste. Hay algunos seguros que mantienen la misma cuota año tras año y otros que incrementan el precio a medida que te haces mayor.
En estas situaciones, La Mutua está a tu lado
En general, aquello que puede determinar qué seguro puede funcionar mejor para nosotros es el grado de dependencia que queremos cubrir. Por eso, desde La Mutua ofrecemos dos coberturas que se pueden adecuar a lo que buscamos.
La primera está centrada en aquellas personas con Gran Dependencia, y cubre a la persona asegurada mientras viva. Consiste en el pago de una renta mensual vitalicia en el caso de que la persona asegurada quede en situación de gran dependencia. Además, la prestación se abona sin importar la edad en la que se causa esta situación de dependencia.
La otra cobertura va destinada a aquellas personas que se encuentren en una situación de Dependencia Severa. Con esta modalidad de cobertura, se abona una renta mensual temporal, y tiene una duración de 60 mensualidades. Como en la cobertura anterior, esta prestación cubre a la persona asegurada mientras viva.
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