La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones propone eliminar la alternativa al RETA para profesionales independientes como ingenieros, médicos y arquitectos. Esta medida acabaría con la posibilidad que históricamente han tenido los autónomos colegiados de elegir mutualidades en lugar del RETA. ¿Deberíamos eliminar una especie entera solo porque una mosca nos molesta? Claramente no, ya que el impacto negativo superaría con creces la incomodidad inicial.
El impacto en los derechos profesionales
Se trata de un modelo de colaboración público-privada que ha funcionado eficazmente durante décadas, equilibrando el sistema público y manteniendo altos márgenes de solvencia. No se trata de discutir la legitimidad del Movimiento #J2, sino de analizar las implicaciones de perder este derecho para miles de profesionales actuales y futuros. Quitar este derecho no beneficia a nadie; de hecho, muchos de estos profesionales ya pueden elegir el RETA si lo desean. Además, las mutualidades se autorregulan y han mejorado sus coberturas gracias a recientes avances en la legislación. Sin embargo, se plantea una eliminación sin reflexión ni análisis previo.
Origen y relevancia de la alternativa al RETA
Este derecho existe debido a que, históricamente, estos profesionales estaban fuera del RETA, dado que ya estaban protegidos por sus mutualidades mucho antes de la creación de la Seguridad Social. Muchos de estos perfiles son esenciales para áreas como la sanidad, la industria y la educación, donde su demanda sigue en crecimiento. En lugar de apoyar su emprendimiento, se les plantean nuevas barreras. La eliminación de esta alternativa no favorece a ningún colectivo, sino que perjudica a miles de profesionales y a la sociedad en su conjunto.
La experiencia y solvencia de las mutualidades
Las mutualidades cuentan con una trayectoria consolidada y experiencia en previsión social. Han gestionado los derechos de sus mutualistas con transparencia y solvencia, cumpliendo con los mismos requisitos que cualquier compañía de seguros y manteniendo márgenes de solvencia superiores al 200% en 2023. Como entidades dedicadas a la previsión social, deberían recibir mayor respaldo por parte de la administración para enfrentar los retos futuros de las pensiones y la previsión social en nuestro país.
Un llamado a la colaboración
Esta posición es compartida por todas las mutualidades alternativas al RETA y por los colectivos profesionales a los que brindan cobertura. La propuesta de eliminar esta opción a partir de 2027 parece errada y generaría más desventajas que beneficios. Debemos buscar un proyecto conjunto que permita la colaboración en los tres pilares de protección social, rectificando esta decisión. Es esencial disipar el temor que este anuncio ha generado y trabajar hacia una solución que impulse el progreso y la protección de los profesionales colegiados.