Cada vez hay menos matriculaciones en carreras del ámbito STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Según datos del Sistema Universitario Español del Ministerio de Educación, el porcentaje de alumnos matriculados en las carreras científicas y tecnológicas ha disminuido en los últimos cinco cursos un 26,9% en la rama de Ingeniería y Arquitectura, y un 2,5 % en la rama de Ciencias.
Según un estudio publicado a finales de septiembre por la compañía EY, en colaboración con DigitalES, las principales causas de esta caída son la dificultad académica de estas carreras y la falta de orientación y conocimiento.
Este informe, titulado El desafío de las vocaciones STEM, se basa en un total de 2.198 respuestas de alumnos de Secundaria, Bachillerato y FP, alumnos de universidad, profesores de Educación Primaria, directores de escuela y directores de universidad.
Los datos reflejan la dificultad que encuentran los alumnos para hacer frente a ciertas materias de carácter técnico, ya que el 73% de los alumnos de Secundaria que respondieron la encuesta reconocieron tener dificultades para entender las matemáticas y un 30% afirmó no haber cursado ninguna asignatura tecnológica, ya que se trata de una asignatura optativa. Además, el 53% consideraba que la oferta tecnológica de su centro podía mejorar.
El otro factor que hace que los estudiantes descarten las carreras STEM es la falta de orientación. Desde pequeños, esta carencia impacta en los alumnos a la hora de elegir un itinerario en la escuela y hasta la elección de la carrera que se quiere estudiar al finalizar Bachillerato. Un 25% de los alumnos de Secundaria, Bachillerato y FP aseguraba que no elegiría formarse en ramas STEM como Ingeniería y Arquitectura porque desconocen las oportunidades laborales que ofrecen.
El caso de las chicas
En la universidad las chicas forman el colectivo mayoritario (aproximadamente un 55%). Sin embargo, según un informe del Ministerio de Educación llamado Científicas en Cifras, las chicas matriculadas en Ingeniería y Arquitectura representan sólo un 25%. En el caso de la Informática, este porcentaje está en torno al 10%.
El informe realizado por DigitalES analiza tres puntos que considera que son clave: la confianza en sí mismas sobre las asignaturas STEM, los estereotipos y el hecho de tener mayor orientación social e influencia de expectativas.
En cuanto a la confianza en sí mismas, un 78% de las chicas que respondió la encuesta reconocía que tenía más problemas para entender las matemáticas. En cuanto a los chicos este porcentaje era sólo de un 67%.
Además, un 76% de los directores respondió que aún existen determinados estereotipos relacionados con el género de los y las carreras. Por último, el porcentaje medio en Europa de padres que esperan que sus hijos estudien carreras técnicas es un 27,4% mayor cuando son chicos que cuando son chicas, según el informe The ABC of Gender Equality in Education.
Los profesores, poco formados en STEM
La falta de formación de los profesores es en gran parte la causa principal para que los estudiantes no se interesen por asignaturas científicas y tecnológicas. Esta problemática radica en el plan de estudios de la carrera de Magisterio, en el que sólo hay entre el 10% y el 12% de créditos destinados a matemáticas y TIC. La posibilidad de especializarse en estas áreas es muy baja, ya que sólo una de cada diez universidades españolas incluye entre su oferta especialidades de matemáticas y TIC.
En consecuencia, sólo un 3% de los profesores que respondieron la encuesta de EY están especializados en matemáticas, tecnología o TIC. Además, el 59% opina que los conocimientos adquiridos en matemáticas durante la carrera no son suficientes y el 72% considera que no aprendió cómo enseñar esta materia a los alumnos.
¿Cómo revertir esta tendencia?
En la encuesta, el 72% de los directores creían que es necesario un cambio para que las asignaturas tecnológicas adquieran mayor importancia y se consideren obligatorias, y un 47% de los profesores de Primaria estaban dispuestos a integrar la informática como una materia transversal en todas las asignaturas.
En cuanto a la desigualdad de género de los estudios STEM, el principal problema son los estereotipos. Varios estudios han demostrado que no hay diferencias significativas entre las aptitudes para la ingeniería de los chicos y las chicas. Así pues, se trata de eliminar estos prejuicios sociales desde que son pequeños.
Otra manera es proporcionar a las chicas modelos femeninos como referentes STEM. Según la encuesta de DigitalES, las chicas con modelos femeninos en el campo científico-tecnológico muestran un índice de interés superior al de aquellas que no tienen ninguno (41% y 26%, respectivamente).
Lo más importante es llevar a cabo actividades relacionadas con estos ámbitos desde la etapa escolar y promover un ambiente de aprendizaje no competitivo.