Todos hemos oído hablar de prótesis en algún momento. Algunos, tal vez, tenemos una o conocemos alguien que las tiene. Sean ortopédicas, dentales o implantes, las prótesis acostumbran a ser muy caras y, en muchas ocasiones, requieren una intervención quirúrgica para implantarlas, así como un periodo de rehabilitación, de acostumbrarse a tenerlas y, sobre todo, a utilizarlas.
La Real Academia Española (RAE) define las prótesis como una pieza, aparato o sustancia que se coloca en el cuerpo para mejorar alguna de sus funciones, o bien como un procedimiento a través del cual se repara artificialmente la falta de un órgano o parte de él, como sería el caso de un ojo o de un diente. Las primeras prótesis de las que se tiene constancia son réplicas del dedo pulgar del pie hechas de madera: se encontraron en Egipto, y datan de los años 950 y 750 aC. También se encontró, en Italia, una pierna protésica hecha de madera y bronce del año 300 aC. A lo largo de la historia, sobre todo en periodos de guerra y gran conflictividad, el diseño y fabricación de las prótesis ha evolucionado mucho hasta hoy en día, donde encontramos prótesis fabricadas con materiales mucho más ligeros y resistentes, más cómodas, realistas y fáciles de usar.
Tipos de prótesis.
Asimismo, no todas las prótesis son para sustituir un miembro. De hecho, tal y como explica la doctora Eugenia Miranda Sanromà, existen diferentes tipos de prótesis, con finalidades y usos concretos.
- Por un lado, encontramos las endoprótesis, las cuales necesitan cirugía para aplicarlas al cuerpo. Estas pueden fijarse en los huesos a través de tornillos, pegamento especial con o sin antibiótico, u otros métodos más específicos.
- Por otro lado, están las exoprótesis, que podrían ser consideradas aparatos ortopédicos, ya que pueden quitarse a voluntad del usuario.
Las prótesis más conocidas, las primeras en las que pensamos cuando escuchamos esta palabra, son las de rodilla o cadera. Aun así, existen prótesis prácticamente para todas las extremidades del cuerpo: de hombro, de codo o muñeca, para los dedos de las manos y los pies, de tobillo, de menisco o de discos vertebrados. Suelen ser prótesis hechas de cerámica, polietileno (plástico) o metal.
Una larga lista de espera, y un precio a pagar.
Lo más difícil de una prótesis es conseguirla. En muchos casos, la Seguridad Social financia una parte, pero en muchos otros, no llega a cubrir el coste. Lo mismo sucede con los seguros médicos: no todos las cubren y, por lo tanto, el coste lo tiene que asumir el paciente o la paciente.
El año 2018, había 584.018 personas en lista de espera para operarse, con 93 días de espera de media. Respecto a Traumatología, la especialidad en la que se inscriben gran parte de los implantes de prótesis, el año 2018 había 157.419 personas que tuvieron que esperar una media de 111 días para ser atendidas, según dadas de EP Data, la agencia de datos de Europa Press.
Cataluña es una de las comunidades autónomas con las listas de espera más largas de España, por detrás de Castilla La Mancha, llegando a superar los 132 y 137 días de espera, respectivamente, según el Ministerio de Salud.
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La Mutua de los Ingenieros quiere garantizar la máxima cobertura para tu salud, sin hacerte perder el tiempo y para que nada te frene. Por este motivo, la Mutua de los Ingenieros incluye las prótesis a través de los seguros Vida Inspirit, para personas de entre 15 y 45 años, y de Baja Laboral, para las personas de entre 16 y 64 años.