Marta Franco Pons, profesora de ESO y Bachillerato de la escuela Canigó de Barcelona, destaca que la falta de interés de las alumnas en el sector STEM viene dada, en la mayoría de ocasiones, por desconocimiento del mundo profesional. Por eso es muy necesario que, tanto padres como profesores, incidan en el asesoramiento y el acompañamiento de las chicas durante las etapas de Secundaria y Bachillerato. Franco Pons imparte las asignaturas de Tecnología, Matemáticas, Dibujo Técnico y Educación Visual y Plástica, materias que, aconseja, deben dejar de estar tutorizadas mayoritariamente por hombres. Sólo con una educación paritaria las alumnas verán ejemplos con quien sentirse identificadas y motivadas para desarrollar su talento. También es muy importante la divulgación de los avances científicos y tecnológicos conseguidos por las mujeres, así como sus trayectorias profesionales.
Las chicas representan sólo el 35% del alumnado matriculado en los estudios de las áreas relacionadas con STEM. ¿Qué es lo que está fallando?
Dentro de las áreas STEM hay que diferenciar entre las áreas científico-sanitarias y las tecnológicas. Actualmente, las áreas científico-sanitarias (como, por ejemplo, medicina, farmacia) despiertan más interés en las chicas que las áreas tecnológicas.
Una de las razones es que hay pocas chicas que se sientan atraídas o se identifiquen con las salidas profesionales de estas áreas. Esta falta de interés se debe en muchos casos al desconocimiento del mundo profesional. Los profesores aquí tenemos una tarea importante de asesoramiento y acompañamiento en las etapas de Secundaria y Bachillerato para facilitar una correcta elección. En primer lugar, es necesaria una orientación de cara a la especialidad de bachillerato que se escoge, analizando cuáles son las materias de interés.
En una segunda etapa y, sobre todo en Bachillerato, se debe propiciar que las alumnas tengan contacto (mediante charlas, visitas y otras actividades) con profesionales de estos ámbitos para que tengan un buen conocimiento y puedan elegir con conocimiento de causa.
¿Crees que el problema radica en que no se trabaja la informática o la robótica de forma recreativa en etapas tempranas?
El hecho de trabajar la informática o la robótica de una forma lúdica estimula el interés hacia estas áreas y ayuda a estructurar el cerebro en el pensamiento abstracto. Yo diría que actualmente las escuelas estamos yendo en esta dirección. Desde las etapas de educación infantil y primaria se está trabajando con bots, scratch o Lego Mindstorms, adecuados para las etapas de primaria.
En las etapas de secundaria es importante también continuar la formación en tecnologías e informática, no sólo de una forma teórica sino también manipulativa (montaje de circuitos, maquetas, robots, programación). Hoy en día tenemos muchas herramientas a nuestro alcance de forma curricular y extracurricular como por ejemplo los concursos de robótica o de ciencias.
En ocasiones será necesario que el profesorado reciba formación en estas áreas y que esté correctamente cualificado. También es importante que el profesorado en las áreas STEM sea tanto masculino como femenino.
¿Crees que las actividades extraescolares podrían interferir en propiciar este cambio hacia la igualdad?
El hecho de propiciar actividades extraescolares o extracurriculares fomenta el interés hacia el área que en se trabaja. Además, tiene la ventaja de que, en la gran mayoría de casos, estas actividades los alumnos las hacen porque las han escogido ellos y no las viven como una obligación sino como un entretenimiento. Ponen más interés que en una asignatura escolar y, cuando ven que pueden hacerlo, su interés crece. En cierta forma, son actividades que estimulan el autoaprendizaje. Además, se trabaja en equipo y cada miembro del equipo acaba encontrando su rol.
Ahora bien, el hecho de que un alumno (sea chico o chica) no haya realizado actividades extraescolares relacionadas con STEM no debería afectar en la decisión de un futuro universitario o profesional en esta área. En estos casos es muy importante que los adultos responsables que rodean al alumno la acompañen y asesoren correctamente para tomar la mejor decisión, hay que ver cuáles son las asignaturas y las salidas profesionales que le atraen y, por ello, es necesario que las conozcan.
¿Qué peso crees que tiene la inclusión y mención de mujeres STEM referentes para las estudiantes?
Es importante. Aunque hay una cierta tendencia a identificar las áreas tecnológicas como áreas esencialmente masculinas. Esta tendencia, afortunadamente, va a la baja. Pero para ello es importante que la totalidad del alumnado dé cuenta de que el talento femenino tiene tanto que decir dentro de las áreas STEM como el talento masculino. Se deben divulgar los avances científicos y tecnológicos conseguidos por las mujeres, así como sus trayectorias profesionales. Ejemplos como los de Hipatia de Alejandría, Marie Curie o Grace Murray Hopper deben ser reconocidos.
¿Qué piensas que será la tendencia en un futuro en relación a la mujer en las carreras STEM?
Creo que la presencia de mujeres en las carreras STEM irá en aumento. En nuestra escuela, que es sólo femenina, ya hace varios cursos que los grupos STEM representan más de la mitad del alumnado dentro de los cursos de bachillerato. Esto se debe a que se trabaja la orientación profesional de forma personalizada, teniendo en cuenta qué áreas son de mayor interés para cada alumna y qué salidas profesionales le pueden interesar.
Es también importante para conseguirlo que las mujeres que trabajan en áreas STEM difundan su experiencia y den a conocer su trayectoria profesional.