Una de las preocupaciones recurrentes que nos suelen asaltar cuando nos vamos de viaje es si nuestra casa quedará a buen recaudo y protegida de los amigos de lo ajeno. Para que no nos preocupemos por si nos entran a robar en casa, debemos tener en cuenta una serie de consejos prácticos que nos facilitará poder conciliar el sueño durante nuestro período vacacional y les dificultarán sus intenciones a los cacos.
1- Una de las acciones más sencillas y fáciles de efectuar es pedirle a alguien de confianza que visite nuestra casa de forma periódica. Aunque solo sea para regar las plantas, retirar el correo o abrir las persianas, estos sencillos gestos indicarán que hay movimiento en nuestro hogar y hará desistir a la mayoría de los ladrones. Además, que alguien de confianza tenga una copia de nuestras llaves servirá para que nos pueda informar de primera mano si ha notado algo sospechoso o si está todo correcto.
2- No es recomendable que comentemos en público cuándo y a dónde nos vamos de vacaciones. Solamente nuestros allegados y amigos más íntimos deberán estar al tanto de nuestra ausencia. Del mismo modo, evitaremos publicar, en la medida de lo posible, datos relevantes sobre nuestras vacaciones en las redes sociales. Los amigos de lo ajeno también usan Facebook, Twitter y Whatsapp.
3- Si guardamos joyas, relojes u objetos de valor importante en nuestra casa, es aconsejable que queden a buen recaudo en una caja fuerte. De no disponer de una, otra alternativa sería depositarlos en las cajas de seguridad de las que disponen las entidades bancarias.
4- Si vivimos en un piso o bloque de viviendas debemos analizar con detenimiento sus características para reforzar las medidas de seguridad y evitar un disgusto inesperado. Si vivimos en una comunidad pequeña es mucho más fácil que los vecinos se conozcan, se relacionen entre ellos y estén al tanto de movimientos extraños. Si, en cambio, habitamos una vivienda unifamiliar apartada de los núcleos de población, podremos contratar un servicio de seguridad o instalar una alarma que comunique directamente con la policía.
5- La tecnología puede ser nuestra gran aliada para evitar que nos roben en nuestro propio hogar. Si a las alarmas anteriormente citadas le sumamos la posibilidad de instalar webcams para conectar con nuestra casa desde nuestro móvil o artículos de domótica que enciendan luces automáticamente o cierren y suban persianas, podremos dotar a nuestra vivienda de un sistema de seguridad fiable con el que podamos disfrutar más tranquilos de nuestras vacaciones.
6- Un truco eficaz y sencillo es dejar las cortinas cerradas y variar la altura de las persianas, bien mediante un temporizador, bien por la visita de un vecino o alguien de confianza. Variando la altura de las persianas conseguiremos hacer ver que hay movimiento en nuestra casa y con las cortinas cerradas los cacos lo tendrán más difícil para saber si hay gente o no. Otras personas optan por dejar ropa tendida para hacer ver que están en casa o que no se ausentarán por demasiado tiempo.
7- Si todas estas medidas te parecen insuficientes también puedes contratar un seguro de hogar que cubra robos, incendios, inundaciones y cualquier tipo de incidente que pueda ocurrir en tu ausencia. Los más precavidos optan por esta opción, puesto que estas coberturas están pensadas para sufragar todo tipo de daños materiales y de gastos ocasionados, bien por robo o por catástrofe. Eso sí, debemos ser metódicos y organizados y guardar todas las facturas de nuestros objetos de valor y apuntar su número de serie para facilitar la labor de la policía en caso de que nos hayan robado. De esta forma, podremos acreditar ante nuestro seguro las pérdidas y daños ocasionados por el robo. Desde la Correduría de la Mútua dels Enginyers podemos asesorarte en dichas pólizas del hogar. Para más información: www.serpreco.com/es/particulars/seguros_de_danos_materiales/seguro_del_hogar