Resumen: La baja natalidad, el envejecimiento de la población y el alto desempleo provocan incertidumbre sobre los importes que podremos cobrar por nuestra pensión de jubilación pública. Si queremos reducir esta incertidumbre necesitamos ahorrar durante nuestra vida laboral. Hay que ser previsores y una de las maneras de ahorrar son los planes de pensiones. Hay que elegir un plan de pensiones que se adapte a nuestras posibilidades y situación patrimonial, que sea flexible, con ventajas fiscales y seguro.
Palabras clave: Pensión pública, jubilación, previsión social, ahorrar, planes de pensiones
Alguna que otra vez se te debe haber pasado por la cabeza lo que te gustaría hacer cuando te jubiles. Viajar a sitios lejanos, levantarte tarde, pasear por la ciudad cualquier mañana de martes, ver todas esas películas y series que tienes en lista de espera, ir al teatro… el descanso merecido después de toda una vida trabajando. Pero las noticias más recientes sobre las pensiones tienden a turbar este idílico sueño, hasta el punto en el que llegas a preguntarte “¿llegaré a cobrar una pensión digna?”.
Las pensiones son un asunto complicado e incierto porque, a día de hoy, no se sabe qué pasará con ellas. Los trabajadores vivimos en la incertidumbre de si llegaremos a cobrar una buena pensión, incluso si llegaremos a jubilarnos algún día.
Tu futura jubilación en cifras
La natalidad está en el punto más bajo de la historia de España (se redujo un 6,1% en 2018, según el INE); el paro, en uno de los más álgidos con una tasa del 14,02%, tal y como indica la Encuesta de Población Activa del INE, y las pensiones se sitúan entre las 10 mayores preocupaciones para los españoles en el barómetro de 2019 elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Y, aun con todo esto, las pensiones siguen siendo uno de los principales gastos del Estado español; en 2018, el Gobierno central subió las pensiones en un 1,6%.
Cuando soñamos con la jubilación, no nos imaginamos preocupados por cuánto cobraremos como pensionistas, ni mucho menos saliendo a la calle para quejarnos de que apenas podemos vivir con nuestra paga. Pero esto es algo que podría pasar.
Si queremos viajar por el mundo, ir al cine o al teatro habitualmente y, en definitiva, hacer realidad nuestros sueños de jubilación, hay que empezar por un pequeño y aparentemente sencillo gesto: ahorrar durante tu vida laboral.
¿Por qué debemos ahorrar?
Nunca es demasiado pronto (ni demasiado tarde) para empezar a ahorrar. El sistema de pensiones español se basa en los ingresos de las cotizaciones sociales de los trabajadores actuales; es decir, los que se encuentran trabajando no pagan por su futura jubilación, sino que, con lo que cotizan, pagan la pensión de aquellos que ya están jubilados.
El principal problema es que hay más jubilados que trabajadores, una tasa de natalidad demasiado baja y una cercanía cada vez mayor por parte de los “baby boomers” a la jubilación. Por este motivo, es importante tener una actitud previsora para asegurarnos un futuro tranquilo.
¿Cómo empiezo a ahorrar? Planes de pensiones de la Mútua de los Ingenieros
Existen diferentes maneras para comenzar a ahorrar de cara a nuestra jubilación, como los planes de pensiones. Estos actúan como una hucha; cada mes se deposita algo de dinero, el cual genera también una serie de intereses. Al final, cuando se llega a la jubilación, esta hucha se abre y podemos utilizar el dinero ahorrado, más el generado con los intereses, a modo de complemento para nuestra pensión.
Este sistema de ahorro presenta muchos beneficios, además de ser flexible, ofrecer ventajas fiscales y adaptarse a cada persona.
La jubilación deben ser las vacaciones merecidas después de tantos años de madrugar, de estar sentados en la oficina o corriendo de un lado a otro… por todo esto, te mereces una buena jubilación: tranquila, sin sobresaltos y, lo más importante: segura.
En La Mutua de los Ingenieros tenemos los planes de pensiones que más se adaptan a ti. Se puede escoger entre cualquiera de los productos de La Mutua o cualquier combinación posible de estos, con la premisa de adaptarse a la estrategia inversora más adecuada a la situación patrimonial actual y futura.