En una economía del conocimiento y muy globalizada, se hace imprescindible crear un nuevo modelo que garantice un equilibrio entre economía, sociedad y medio ambiente. Cada vez más, la sociedad tiene una conciencia ligada a la sostenibilidad y la ética, y demanda que las empresas se alienen con este compromiso. Para conseguirlo, este cambio se está convirtiendo en una prioridad para pequeñas, medianas y grandes empresas.
¿Qué significa que una empresa sea sostenible o ética?
Ser sostenible no es colgarse una etiqueta verde y decir que la marca es sostenible por ello. Ser una empresa sostenible es crear valor económico, medioambiental y social para contribuir al bienestar de la sociedad y las generaciones futuras, y proteger la natura. Aquellas empresas que se comprometan con el medio ambiente y la ética acabaran teniendo ventajas más competitivas. Según un estudio realizado por el Boston Consulting Group y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, a los clientes y clientas no les gustan y no confían en las empresas que no demuestran un compromiso sostenible y, del mismo modo, un 44% de los inversores/as no invierten en empresas que no tengan una línea de acciones sostenibles y éticas.
Cómo integrar la ética y la sostenibilidad en las empresas
Antes que nada, la entidad debe adoptar una mentalidad basada en estos dos factores a largo plazo, pues, este cambio de mentalidad requiere un tiempo y es muy importante involucrar a la dirección de la empresa. Después, se debe identificar de lo que es capaz de hacer tu empresa. Analizar a los clientes de la entidad, qué actividad desarrollan y dónde la hacen. Después de este análisis, se deberán establecer y organizar los objetivos a cumplir.
También debes aplicar la economía circular para gestionar de una mejor manera los residuos que genera la empresa y estudiar si se puede implementar algún tipo de mejora para hacerla más sostenible. La economía circular busca reducir la entrada de componentes y reutilizar los que ya están en el mercado para producir menos residuos. Además, la empresa debe utilizar fuentes renovables para ahorrar recursos energéticos. Tampoco debemos olvidarnos de la cadena de suministro. La entidad debe conocer quiénes son sus proveedores y cómo actúan. La sociedad demanda cada vez más que las empresas sean completamente transparentes con sus relaciones con los proveedores y qué ocurre en esta cadena.